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Las manchas en la cara pueden identificarse en zonas donde el color de la piel es irregular y tienen formas de placas. Algunas están más claras, enrojecidas u oscuras. Salen por distintas razones. Entre las más comunes están: exposición solar, edad, factores genéticos, infecciones cutáneas, lesiones o influencias hormonales.
En general, las manchas marrones en la cara aparecen cuando la melanina está acumulada en la zona, generando una hiperpigmentación. Es por esto que se encuentran comúnmente en las áreas más expuesta al sol, como el rostro. Para eliminarlas es posible aplicar tratamientos de peeling, cremas, entre otras opciones.
El mejor tratamiento para el acné severo dependerá de la gravedad. Existen dos modalidades: tópica y sistémica.
Tratamiento sistémico: incluye antibióticos en un período entre 3 y 6 meses. También pueden ser administrados isotretinoína y terapias hormonales.
Tratamiento tópico: entre los retinoides que se recetan se encuentran la eritromicina, minociclina, tetraciclinas, clindamicina y ácido linoleico. Estos permiten que se cure el acné severo casi en su totalidad. Es posible que sea administrado más de un ciclo.
Tratamiento quirúrgico: este puede suceder luego de no obtener resultados con otras alternativas. En este caso se hace un drenaje de los quistes.
Para curar el acné en la cara se recomienda un tratamiento que pueda combinar distintos ingredientes activos como el ácido glicólico o láctico, ácido salicílico, vitamina C y zinc.
En los casos de acné moderado o severo también se recomienda el uso de antibióticos orales para que las bacterias se reduzcan. Generalmente, la primera opción de tratamiento es la tetraciclina o un macrólido como azitromicina y eritromicina.
Para curar el acné en la cara también se recomienda:
Lavá tu rostro dos veces al día con un jabón suave para tratar el acné que contenga peróxido de benzoilo.
No reviente los granos, esto provoca mayor inflamación, enrojecimiento y provoca cicatrices permanentes.
Evite tocarse la cara con las manos u objetos que acumulen sebo y residuos de la piel. Por ejemplo, el celular.
Desmaquillese antes de acostarse.
La grasa se produce de forma natural para evitar la resequedad en la piel. Sin embargo, cuando la producción de la misma es excesiva en el rostro se tiene un aspecto mucho más brillante y húmedo desencadenado por la sobreproducción de sebo de las glándulas sebáceas.
Entre las causas de la piel grasa se pueden destacar: estrés, ansiedad, mala alimentación, contaminación, ambientes secos, falta de sol, entre otras. Para evitarla se recomienda el lavado del rostro dos veces al día para que se elimine la suciedad y regule la grasa acumulada.
Para hacer una limpieza de rostro de la forma más eficaz solo hay que seguir los siguientes pasos:
Tener las manos limpias para que la limpieza del cutis sea efectiva.
Desmaquilla el rostro. Puedes usar leche desmaquillante o agua micelar.
Lava el rostro con agua tibia para que se abran los poros. Aplica el limpiador con movimientos circulares y enjuágate para eliminar los restos del producto por completo.
Una vez retirado el limpiador puedes secarte haciendo ligeras palmaditas. Evita frotar la toalla con tu rostro.
Usa un tónico facial para que la piel se revitalice y tenga brillo.
Termina la limpieza con una crema hidratante para que realce tu piel, la mantenga hidratada y protegida.